Sexto día
El dúo folclórico formado por Tilín Orozco y Fernando Barrientos fue la excusa para disfrutar un poco de música dentro de la Feria del Libro Córdoba 2009. Invitados a la presentación del libro “Variaciones sobre el ser nacional - Una aproximación sociocrítica al folklore argentino” de Claudio Díaz, los dos mendocinos transformaron la carpa ubicada en el patio del Cabildo en un momento de disfrute entre la literatura y la música.

Mucha música

Arrancaron afilados con la tonadita "Bagualín”, tema editado en su último disco “Pulpa” que, al igual que el anterior -“Celador de sueños”-, fue producido por el exitoso compositor argentino Gustavo Santaolalla. Siguieron los dos en la guitarra con "Celador de sueños", también incluido en el actual CD, “Pensando en ella”, “El marucho” y “Zamba del sueño”. Para esta parte del evento, la gente ya había olvidado un poco la presentación del libro y seguía los ritmos con los pies o directamente acompañaba con palmas.

Casi una peña

Con “Vidita agua”, una canción rítmicamente menos relajada, la carpa es ya una especie de recital para amigos, una pequeña peña en un patio. Hay chicos gateando entre las sillas y, afuera, gente con pañuelos que baila despreocupada de la feria y la literatura. Parece otro tipo de disfrute.

En ese momento se blanquea la situación, y los músicos invitan y presentan a la pareja de baile formada por El Negro Valdivia y La Gringa, quienes se apropian del frente de la escena para bailar, ahora oficializados, “Los ojos del amor” y “Pulpa”. La resentación del libro quedó lejos, y la gente pide bises. Los bailarines vuelven, y el dúo termina con el tema “Maturana”.



Los compadres cuyanos se despiden una vez más de Córdoba para dejar su potencia expresiva en los espectadores que disfrutan junto al dúo y comparten la humildad y la calidez de su música.

Apuntes finales

Tilín Orozco y Fernando Barrientos son dos mendocinos con un largo trabajo musical. En su música hay aires folklóricos con mucho aroma de rock nacional, pero sin deformaciones ni fusiones extrañas. Las cuecas suenan cuecas, las vidalas, vidalas, las tonadas, tonadas y mendocinas. Y, sin embargo, pareciera que están sonando por primera vez. El encanto se completa con la bella poesía presente en las letras, la delicadeza de todos los arreglos y la afinadísima voz de Barrientos.

Para conocer un poco más www.orozcobarrientos.com




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